Fue un pintor
cuatrocentista y matemático italiano que destacó por su obra pionera en la
perspectiva visual en el arte. Su rasgo más distintivo, esto es, el interés,
casi obsesivo, por la construcción en perspectiva. Esta característica, junto
con la adhesión al clima fabuloso del gótico internacional, hace de Paolo
Uccello una figura de límites entre dos mundos figurativos, siguiendo un curso
artístico entre los más autónomos del Quattrocento. Usó la perspectiva para
crear la sensación de profundidad en sus pinturas y no, como sus
contemporáneos, para narrar historias diferentes o que se suceden en el tiempo.
Paolo trabajó en la tradición gótica tardía, y enfatizaba el color y el
boato más que el realismo clásico que otros artistas estaban promoviendo. No
dejó ninguna escuela de seguidores. Tuvo cierta influencia en el arte del siglo
XX
Retrato de una dama
Aparece un nuevo
género, el Retrato, representando a una personalidad individual, única e
inconfundible. Resalta el ideal de belleza de la época, rubia teñida con azafrán, se sacan las cejas y utilizan maquillaje. En el retrato se resalta el perfil y el cuello. Además para demostrar status social, se utilizan collares de perla y túnicas de terciopelo.
La Batalla de San Romano
Este cuadro,
pintado probablemente para ser colocado en una sala del palacio de los
Médici-Riccardi, representa un episodio de la historia de Florencia. Se representa, en
cada una de las tres tablas, tres momentos distintos de la batalla entablada el
1 de junio de 1432 en San Romano, cerca de Lucca, entre los florentinos, que
resultaron al final victoriosos, guiados por Nicolás de Tolentino y los
sieneses, liderados por Bernardino della Ciarda.
En este tríptico,
como en otras obras del mismo artista, se presentan mezclados elementos
medievales y renacentistas como, por ejemplo, el tratamiento escultórico de los
volúmenes y los escorzos de las figuras con variadas perspectivas, junto a otro
elementos de tradición gótica, como los colores brillantes y el refinamiento
decorativo en particular de las figuras y del paisaje, la perspectiva es dada
por las lanzas de los combatientes
San Jorge y el Dragón
En esta obra, como
en otras suyas, Paolo Uccello crea una atmósfera irreal, que hasta cierto punto
puede recordar a obras del surrealismo.
Una antigua interpretación
cristiana del mito: Jorge sería el creyente, el caballo blanco la Iglesia y el
dragón representaría el paganismo, la idolatría, la tentación y Satanás. Algunos
historiadores laicos consideran que la historia tiene raíces más antiguas que
las cristianas.
La caza en el bosque
En esta
impresionante panorámica Paolo Uccello exhibe su dominio de la nueva técnica de
la perspectiva, en la que el tamaño de los objetos y las figuras disminuyen con
la distancia creando la ilusión de espacio y profundidad. Jinetes, caballos y
cazadores, al galope o corriendo junto a sus perros, se dirigen hacia el centro
del cuadro, donde un grupo de venados se interna en el bosque; todas las líneas
convergen en este punto de fuga central.
Uccello emplea
hábilmente la perspectiva para evocar la emoción de la persecución y atraernos
hacía la oscuridad del bosque tras los cazadores y los perros que desaparecen
con rapidez entre los árboles.